Es inevitable no pensar que me piensas, pues simplemente a veces pasas por mi memoria a saludar, trayendo contigo un costal de nostalgia y recuerdos ajenos a esta realidad. A veces me pregunto si esos recuerdos son reales o si los inventé un día de aquellos donde pensé que la felicidad era otra, pues últimamente estás muy presente.
Y sin querer te sonrío en el pasado...