martes, 22 de noviembre de 2011

Boceto de una carta

Pasando a lo mas importante señor Humpry... Dejeme decirle que por acá todo esta volviendo a su sitio, alguien me dijo alguna vez que no importa cuanto pierdas, pues todo vuelve y a veces no de la manera en la que uno espera, pues me encuentro volviendo al punto exacto donde me desvié del camino alguna vez, descalza con la brisa de otoño en mi cara, creyendo en ilusos cuentos de hadas como aquella vez que la luna y las estrellas me llevaron a creerle, la diferencia es que por el momento sigo viendo formas animalescas en las nubes mientras usted por el sur mira el mismo cielo verde azul mal pintado en el que despertó una mañana de abril, ese en el que un día creyó que usted era el maestro perfecto para enseñar las absurdas acciones descontroladas que creyó correctas algún día, pues dejeme decirle una vez mas que para enseñar le falta mucho, y que a medida que el tiempo pasa se va haciendo mas aprendiz que maestro. Yo por mi parte que jamás me considere maestra (cosa que encuentro petulante y vana en ciertos temas que desconozco) sigo aprendiendo de las nubes, el sol y el viento, aunque debo confesar que de la noche aun no soy capaz de encontrar lección alguna, pues le tengo miedo a la oscuridad, esa del alma que me invade por las noches, creyendo así talvez que por las noches pierdo la inocencia innata con la que nacemos todos, pues de noche el alma envejece, y aun relaciono la vejez con el aburrimiento y la falta de ganas de vivir, si, lo reconozco, es pesimista este punto de vista, pero deme un poco de crédito, aun a mis veintitantos soy muy niña para afrontar las cosas de la vida, pues mi responsabilidad racional es de una mocosa malcriada que sueña en unicornios violetas, aun cuando caigo en cuenta de la edad que tengo, pienso como puedo lograr bajarme en años... Es parte de ser catapulta ambulante, impulsiva por naturaleza e indefinida por mala puntería.

Tanto le canto a la luna que la acabo enamorando

Tuve un viaje por esas carreteras que se ven solo en las películas, esas que son románticas o llenas de asesinos de CSI, pero mas allá de eso, simplemente venia pensando en todo aquello que dejo atrás, si bien no es fácil reconocerme a estas alturas de mi aprendizaje, si puedo decir que estoy muy agradecida por esas canas verdes que me han ido saliendo en el camino, que con mi pelo Rubio se disimulan a la perfección, es que mi ser tonto por cientos de veces que lo he repetido y repetido, no aprende la lección, y pues la misma persona vuelve a mi en diferentes empaques, pensaba en que las señales que busco las pretendo mas claras, porque a las que se me presentan pues les hago el quite, y al pasar los años me encuentro en otro país, esperando encontrar aquí lo que no encontré por el sur ni por el centro, es que a la larga vivo buscando lo que no se donde se encuentra. Y pasando de coles a nabos, me puse a urgar en esas ilusas notas de hace varios años, esas que poco tenían de inocentes y mucho de aprendiz, las cuales ahora recuerdo con respeto y solo puedo decir que hoy me siento como hace varios años...