lunes, 5 de agosto de 2013

Reflexiones de una mente peligrosa

Pensaba en ese mañana, del que tanto hablan todos, para el que todos trabajan, y sólo puedo pensar: Dónde está mi mañana?
Hay veces en que de verdad me gustaría tener un oráculo que me anuncie no solamente el clima, si no la forma exacta de proceder, pues si bien soy bala de catapulta ambulante que casi siempre sabe como caer, esta vez sigo en el aire, disparada desde hace varios meses atrás, tirando monedas que busco que no caigan de pie, que el azar escoja una cara por primera vez, que yo no tenga que empujar la decisión incorrecta para luego darme cuenta que debí elegir la otra cara.
Pues esto de deambular sin camino definido, rodeando las piedras que se interponen entre yo y la incertidumbre no me lleva a ninguna parte.

Será que se le puede pedir indicios al destino? Será que en verdad hay un sólo camino con muchas bifurcaciones?
Lo noto, con corazonadas del alma que aun que tienen razones poderosas para manifestarse, elijo la venda de los ojos del corazón y unos earplugs para no verlas ni oírlas, el problema es que el corazón tiene mas sentidos que la vista y el oído, tiene tacto, olfato y gusto, y no se como dejar de sentir, oler y probar... sobre todo probar...

No sé.

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