miércoles, 22 de junio de 2011

Torturas paternales que curan

El día lunes llego mi mamá después de haberme dejado 14 días a la buena de Dios mientras ella disfrutaba de su paseo de 50 años a Miami, todos esos días llegué con algún tipo de dolencia a mi casa, supongo que la extrañaba nada mas, es así como empecé a recordar todas las cosas que mi mamá me da para los dolores, todo se remonta a la época de mi abuela, señora muy jovial, contadora de chistes empedernida y que si supiera manejar sería la abuelita de lindo pulgoso, cuando mi madre era pequeña tenía un pequeño defecto hereditario de estrabismo, fijaba la vista y su ojo empezaba a torcerse, lo que seguía después de que el ojo se mueva de su órbita era un golpe de  mi abuela y un grito DEFECTUOSA!, la consecuencia es que mi mamá logró enderezar su ojo y tuvo una feliz y sana infancia, pero mi madre no fue la única que disfrutó de  los remedios caseros de mi manny, mi tío dejó de chuparse el dedo después de que mi abuela le provocó una ampolla por defectuoso, también le enderezó un diente en "caliente" cuando chocó con la bicicleta y este colgaba de un lado... al final, sólo las madres dan besos que curan y golpes que enderezan... pero el que gana el premio de los remedios caseros es mi abuelo, el tenía un aserradero donde enseñaba a sus hijos el oficio mas antiguo después del de la vida fácil, mi papá que empujó mal la tabla en la cortadora se voló un dedo, también en caliente, mi abuelo tomó un waipe con charola y se lo volvió a pegar... ahora mi papá tiene un dedo inmóvil pero se evitó que toda su infancia le digan "mocho".
Y acordándome de todo esto, el miércoles anterior metí los pies en hielo "para despejar la cabeza" como mi mamá hacía para quitarme la migraña, al día siguiente con una gripe del demonio hice un preparado de coñac, limón, coca-cola y menta, que me hicieron sudar hasta que se me fue el malestar y me puse cascara de huevo en un dedo quemado, para aliviar el ardor...

Te extrañe ma!

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